- No mientas, has venido con el traje sólo para impresionarme - le dije.
- Yo sé que hace falta mucho más que un simple traje para impresionarte - me dijo él.
Había quedado otras veces con él, siempre ha vestido casual y quizás tenía razón en que un simple traje no basta para impresionarme, pero sí el hecho de que lo llevara tan bien y aunque esa fuera una imagen alternativa era tan real para él como los looks con los cuales se presentó en otras citas.
El sitio que elegimos pareció ser el más concurrido del mundo ayer y me encontré de camino allí con una profesora, en la terraza de al lado a una amiga y en el mismo local en el que Ejecutivo y yo esperábamos mesa me encontré a una chica de clase de inglés.
Seguramente alguien que me conoce un poco no se pregunte qué hacía yo con un ejecutivo, pero me pareció que mi amiga y la de inglés si tenían curiosidad por quién era ese ejecutivo. Y yo me pregunté si quizás él se preguntaba que hacía él con alguien como yo en público, él con traje y yo con unas bermudas muy cortas. Y puede que la mayoría pensara que teníamos una relación del tipo "más que amigos" pero la gente se equivoca, yo sabía que Ejecutivo no me iba a besar, nunca lo había hecho en otras citas y yo no me atrevía a dar el paso.
De pronto (fuera verdad o no) Ejecutivo me dio una excusa para planificar un beso centrado en vez de dos a izquierda y derecha. Resulta que faltaban 4 horas para que fuera su cumpleaños. Yo ya sabía que las doce iba a ser el momento de la verdad, esa noche yo iba a volver a casa aceptado o rechazado pero sabiendo si hay algo que hacer con Ejecutivo.
Sabiendo que iba a dar ese paso, me imaginé otros siguientes pasos y cuando estábamos en la terraza de La Castellana tomando una copa, me imaginé el tacto de su traje con el volumen de su paquete debajo, o qué clase de torso encontraría al abrirle la camisa. Pero si después de tantas citas no nos habíamos besado... no hubiera sido normal descubrir todo aquello esa noche.
Cuando nos despedimos me dio dos besos.
- Adiós.
- Hey! ¿ Dos besos..? Soy el primero que te ha felicitado en tu cumpleaños y no es la tercera si no la trígesima cita...
Entonces Ejecutivo me dio un beso en la boca.
Cuando iba hacía casa iba ilusionado, quizás fue su traje y la erótica del poder, pero me gustó que pasara.
6 comentarios:
Qué bueno esto de que vuelvas a las andadas, y que además lo compartas. Esa sensación en el estómago después de ese momento es única.
Madre mia que retroceso ... Ahora eres un pipiolo que se deja impresionar por un traje y al que le emociona un beso de despedida ........ A mi me gustaba el Lemorbo de antes ... El que experimentaba con el morbo y hacia lo que yo no me atrevo a hacer..... Con lo bien que te expresas atraves de tus relatos era yo quien visitaba esos locales metiendome en tu piel .... Ese Ucla te ha matado el lemorbo ... A ver si es verdad que el mes de Junio te vuelve a poner en celo y nos cuentas como te comen el culo en el Strong o a ver si visitas algun local nuevo de morbo ... Pide consejo a diasdevicio ... jeje ... Oye y que te lo digo desde el cariño ehh ... En tono de humor .
¡Si te impresionan los trajes pásate por mi trabajo...jejejeje... se debería llamar TRAJELANDIA... aunque el mío, en concreto, es más que hortera, por eso fuera del trabajo no hay quien me saque de los vaqueros raídos y las camisetas cutres... pero en el trabajo, contigo, triunfo...jejejeje!
ésto es un relato de mierda!
pa esto es mejor que te quedes en la ausencia.
No os metáis conmigo, de vez en cuando un besito de despedida hace ilusión, sobretodo cuando llevas un montón de citas sin ver una señal de que le gustas a la otra persona.
Y por cierto, a mi no me impresionan los trajes en sí, me impresionan los hombres que lo llevan con clase.
Nada, nada.
Tú comenta lo que te salga del rabo, que para eso es tu blog ;-)
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