La desesperación y la condena que me habían impuesto mis amigos de ir a la Boite otra vez me llevo a usar internet para buscar una solución y un acompañante. Rápidamente en Gaydar apareció un salvador, al principio ni lo valoré, llevaba gafas, sonreía apretando mucho los labios, el pelo era... y la ropa... en fin. En media hora me hice con una carta de 5 posibilidades que me gustaran, pero no dejaba de pensar en lo especial que parecía el pardillo entre los otros activos musculosos. Así que me dediqué un rato a ver si surgía química por el messenger. Para rematar el cliché era técnico farmaceutico y estaba en España para recibir un curso de 3 días de nosequé. Era holandés y no hablaba español, así que alargué el asunto porque me hacía ilusión probar mi capacidad bilingüe. Así de pronto le pedí una foto de cuerpo, y resulta que debajo de esos ropajes se escondía un cuerpo bastante morboso, desentrenado, pero con buenos genes, el vello como a mi me gusta y unos brazos bastante fuertes. No tenía six-pack ni falta que hacía. El pardillo se convirtió en mi favorito, y me sorprendí de lo malo que es prejuzgar a la gente por llevar gafas o no, luego uno se sorprende.
Su hotel estaba cerca de Callao, como habéis notado en este tiempo en el blog muy pocas o ninguna vez he escrito sobre chats y webs de contactos, aunque tengo perfiles en muchas, aún me da un poco de reparo quedar con un desconocido y no por miedo a palizas o robos, jaja, más bien es miedo a llegar y encontrarme con un horror. Cuando fui a recogerle a su hotel y abrió la puerta resulta que no era nada horror, en las fotos sus gestos eran espantosos sin embargo en persona tenía una sonrisilla bastante morbosa y cuando se rió de mi forma de hablar inglés me resultó mucho más sexy y honesto que los guapos con los que suelo ligar. Pensaba que me encontraría un hombre tímido y poco acostumbrado, pero es uno de los hombres más seguros de sí mismos que he conocido. Quería dejarse las gafas en la habitación para ir a Strong, pero le pedí que las llevara.
El Strong estaba vacío, la lluvia causa estragos, nunca había visto eso tan vacío un sábado. Después de una copa le enseñé el sitio, me alegré de haberme llevado mi propio hombre, porque no vi ninguno que me motivara especialmente. En una cabina el pardillo demostró que no tiene reparos en usar la lengua por todas partes, especialmente por el culo, me encantó y él pareció volverse adicto a mi culo (creo que porque estaba recién afeitado y estaba super suave). Estuvo chupando no sé el tiempo...
Bailamos un rato sin camiseta en la pista después, era genial ver a un pardillo con gafas y con esa espalda tan masculina, yo no sé si los demás le miraban o no, pero tenía mucho morbo el chico bailando y con ese toque rarito, al menos creo yo que despertaba la curiosidad de los demás.
Volvimos al hotel y siguió chupándome el culo. Yo le hice una mamada, lo justo para que se le pusiera dura y empezó a follarme en todas las posturas, me follaba un rato, me chupaba el culo, y así hasta que me corrí a tope, fue una de esas corridas que echas tooodo lo que tienes. A él le costó mucho correrse... habíamos estado follando mucho más de lo que yo creía, ya era de día.
Luego nos despedimos intuyendo que no nos volveremos a ver. Le dije en inglés que él era más sexy de lo que era, me lié pero cuando lo pensé dejé la frase tal cual, era justo lo que quería decir. No sé si lo entendió. Y el me dijo que yo era tan sexy como realmente era, y me decepcioné, yo quería ser como él, mantener una parte sexy oculta y sorprender de la manera que él me ha sorprendido a mí. Sería fácil vestirle y peinarle y convertirle en un sexy... pero para qué si tiene lo más importante: la actitud.
Nota: le he vuelto a ver clic aquí para leer la historia
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