LeMorbo, el cachas y el viejo virgen

Como nadie parecía muy dispuesto a acompañarme ese viernes cogí mi arnés nuevo y tal cual me veis en la foto del post anterior pero con camiseta me presenté en Strong para vivir el Sleazy weekend. Viendo que allí un simple arnés era de lo más dulce juzgando por los demás conjuntos de cuero, cadenas y monos de plástico... me atreví a quitarme la camiseta y lucir mi arnés. Era la euforia o ese día había más cachas que de costumbre... pero el primero que me habló no fue un cachas si no un viejo gordo con camisa y cara de buen hombre que me dijo que me invitaba a una copa, le dije que no. Pero me convenció después de aclararme que sabía que él no era mi tipo y que no pretendía nada sexual, y pensé que al menos no tendría que estar todo el tiempo yo solo. Charlando un rato me confesó que había tenido contacto con el mundo del sado, pero sólo con chicas, era totalmente homovirgen, y jamás había tocado una polla que no fuera la suya...

En condiciones normales no me siento responsable de ese tipo de penas. Me empezó a aburrir, pero dijo que yo le había fascinado por lo seguro que parecía a pesar de ser tan joven en un sitio así, en realidad yo no me sentía seguro, ya sabéis que aún me cuesta, pero desde ese momento me propuse ser de utilidad y le enseñé el Strong de arriba a abajo al viejo virgen, así que me merecí otra copa gratis, porque el viejo ni sabía de la existencia de la parte de las cabinas y cuartos oscuros. A parte de la segunda copa gratis me ofreció su esclavitud, le dije que ni hablar, yo no era amo pero si lo fuera no sería él mi esclavo, pero me aclaró que tampoco tenía que ser algo sexual... Viendo al resto de amos enormes y con bigote y viéndome a mí con las converse y flequillo de pijo, me costaba creer que alguien se ofreciera a mí como esclavo, pero le dejé seguirme por si se me ocurría alguna orden. Mientras bailaba en la pista luciendo arnés y cazando por fin a dos cachas y decidiéndome por el más peludo y joven, el viejo esperaba sentado en las maderas, se atrevió a acercarse y me preguntó si mi amigo quería una copa, y sin dudar le pregunté a " mi amigo" qué quería pedir... y el viejo fue y lo trajo. Por cierto al preguntarle a mi peludo amigo vi que hablaba francés y nada de español. Llevaba un chaleco de cuero y brazaletes encima de los biceps. Después de media hora de baile nos fuimos a una cabina, el cachas no la tenía grande pero la tenía muy graciosa, como un gancho, y me gustó mucho que no me doliera, las odio gigantes!!

Cuando salimos el viejo estaba en la puerta y el cachas me llevó de la mano a la barra para reponernos, el viejo nos siguió, el cachas y yo estuvimos charlando, cuando me di cuenta de que había perdido las tarjetas del ropero en la cabina, fuimos corriendo pero ya había dos encerrados, esperamos a que salieran y las buscamos pero no estaban, como habíamos dejado la puerta abierta se intentó meter un calvito rollizo con una voz muy sexy, y el francés le metió la polla en la boca mientras yo buscaba mis tarjetas... (en fin). Me horroricé un poco cuando llamó a mi viejo y cerró la puerta con él dentro... el viejo se arrodilló y le chupó la polla a mi cachas (su primera polla!! pensé emocionado) supongo que como el amor... el morbo no tiene edad, jajaja. Le puse cara al francés de que no iba a entrar en ese juego y les echó de allí, me dijo que eran simples perros y que a ellos les gustaba, el haberles echado de esa manera les había encantado, cosa que yo dudaba porque se habían quedado sin cachas francés de sopetón. Nos la chupamos, me folló, y no se quedó tranquilo hasta que me corrí. Cuando salimos fuimos al ropero a intentar convencer al hombre de que me diera mis cosas, tuve que darle datos hasta de las costuras de la cazadora y de todo lo que llevaba en la mochila, pero funcionó. El viejo seguía detrás y reflexioné...

- Si tienes coche, llévame a casa.

Posdata: me dejó a 3 manzanas de mi casa y vigilé que no me siguiera más por esa noche. Jajaja.