Me pongo a escribir con una sensación rara por estar más inspirado para escribir cuando la rabia recorre mi cuerpo. Es una rabia por la frustración sexual provocada al llegar ardiendo de ganas a la hora de una cita, con la cabeza a punto de explotar de tanto pensar en lo que te apetece hacer, estás ilusionado y con ganas de todo... y te dicen que ni hablar, qué te jodan (otro), y que hasta nunca!
Eso pasa sobretodo por internet, esa persona con la que planificas y planificas, y con la que tienes que empujar un poco el portátil porque tu rabo empieza a chocarse por debajo. Y cuando te pajeas después de la charla te corres como una bestia y piensas que ese guión lo tienes que llevar a cabo como sea. Y que pasa el tiempo y no queda, y más tiempo... y vais a quedar... y te bloquea del whatsapp, no te coge el teléfono, empiezas a intentar contactar cómo sea, aunque una vez que sabes que te ha bloqueado no se atisban muchas esperanzas... lo intentas, porque la rabia te puede, te ha calentado y luego te ha traicionado, y quieres saber por lo menos si es que es sólo un calienta pollas cibernético o es malvado y tenía un plan para que te subieras por las paredes y desearas llamar a la policía para denunciar su comportamiento y exigirle por ley la sesión de sexo que había acordado el día antes!
Iba a ser una tarde morbosa, divertida, fuertecilla psicológicamente y algo retorcida. Yo iba a llegar a dominar la situación, con unos cordones que había conseguido, para hacer un casual bondage, llevaba utensilios para torturarle los huevos, para estirárselos y apretárselos, quizás le metiera un dildo mediano... y atado en la silla, puede que a pesar de ser yo el amo, o precisamente por eso, usarle para entrenar mi culo estrecho. Pero antes, para romper el hielo porque jamás nos hemos visto a pesar de los largos meses y la cortísima distancia de nuestras casas, para romper el hielo le haría un profundo facesitting, por ser práctico, y matar dos pájaros de un tiro, me dilata y además aprende por si a acaso creía que meterme la polla iba a darle cierta categoría, que mi culo es el objetivo y mi placer la meta, y que su placer... es simplemente un efecto colateral, del que en silencio puede disfrutar, claro.
Todo iba a ser tan fuerte y a la vez tan sencillo para los dos... Y con el tiempo y gracias a ser vecinos, quizás tuviera un vínculo útil con un esclavo con el que jugar, probar y acercarme a los límites de mi mente.
Tardes de estimulación, dominación, desahogo, complicidad incluso. Eso era lo que tenía en mente, adornándo toda mi idea con juguetes, situaciones morbosas, órdenes, deseos, retos, juegos, posts en el blog...
Desde el principio me pareció todo tan simple pero tan satisfactorio, que incluso a pesar de no haber estado nada sexual desde hace tiempo, esa historia me hacía un tilín especial, llevar el control de un morbo gracioso con un vecino, incluso me parecía el inicio de una etapa de unos cuantos meses teniendo un esclavo, pero de verdad, no de esos que he tenido de una tarde.
Jo, me hacía ilusión, tanta que incluso aún me da por pensar que no todo está perdido, que se arrepentirá y suplicará clemencia y podré seguir con mi fantasía.
Pero ahora, sabiendo que no hay posibilidad, me está entrando otra vez la rabia porque el puto perro de los cojones me ha bloqueado del whatsapp, ni siquiera puedo insultarle, ni darle la paliza que me apetece darle, y aunque sé que es vecino tampoco puedo ir bajo la lluvia a chillarle borracho bajo su ventana y tirarle cosas para romperle todos los cristales de su puta casa de mierda!
Ay... qué ganas de joderle la vida... es una pena ser tan buen chico, no me puedo vengar como se merece esa sucia rata pocha. Y tengo que aguantarme cumpliendo la ley y respetando las decisiones del prójimo, es muy duro.
Es que sienta muy mal que te borren del whatsapp cuando has preparado la mochila con elementos de tortura, ropa morbosa de mi herencia leather del sadomasoquista retirado, y un montón de reglas de nuevos juegos en mente. Estoy muy de bajón ahora, en serio... es que los planes que había hecho, aunque fueran todo parte de mi imaginación, me parecía justo lo que siempre me había apetecido. Pero bueno, en realidad siendo coherente, lo que más me molesta es haber tenido la necesidad de creer en esa historia como una salida de mi apatía sexual... No estoy enfadado con él, supongo que todos tenemos derecho a estar calientes, chatear, y decidir no quedar después.
Supongo que habrá encontrado a otra persona, y así de simples y de frías son estas cosas.
Pero ya tenía planeado hasta el mes de Agosto que estoy yo solo y marginado para divertirme con él, e ir a hacer picnics sexis y nocturnos en mi smart cuando me saque el carné de conducir, joooooo.
Me pregunto si es algo personal conmigo o él es así en general. Ha sido muy raro y muy inesperado. Me había animado mucho sexualmente, ahora... estoy en el punto radicalmente opuesto, no tengo ganas de na'... y encima se ha ido todo el mundo de vacaciones. Qué rollo!