El viernes estaba un poco aburrido en casa, todo el mundo tenía frío o una cena de empresa y no me molaba quedarme a ver la nueva nariz de Belén Esteban, yo quería ir al Strong y convencí a un amigo que nunca había ido a un local de morbo (o eso decía él) pero para no ir yo solo tuve que aceptar sus normas e ir a las doce para volver a las dos y poder coger el Metro.
Cuando llegamos no había casi nadie, eso nos dio la oportunidad de explorar el laberinto y los cuartos oscuros vacíos. Los que conocéis el sitio sabéis que siempre está lleno y es una sensación muy extraña estar allí tú solo, sin los chispazos de los mecheros y sin que nadie te roce. Fue interesante, pero el Strong no tenía alma aún.
Cuando me bajaron los pantalones y me chuparon la polla se me quitó la vergüenza, además ese día no había nadie especialmente anciano ni especialmente gordo en el Strong y eso es muy relajante. Me dejé chupar por delante y por detrás sin dejar que me manipularan el culo demasiado porque a parte de lo brutos que son algunos con los dedos también era por lo incómodo que es estar palpando a ver si la persona lleva condón, y como yo no quería preocuparme pasé de que me follaran, las mamadas me bastaban, había dos arrodillados que lo hacían de maravilla. Se me puso enorme y hubiera hecho de activo con alguno si se me hubiera puesto alguno a tiro, eso me sorprendió porque no me suele salir ese rol normalmente. Pero esa noche estaba como eufórico, quizás con un cierto rollo dándome vueltas en la cabeza, y quería pensaba en hacer muchas cosas, cuánto más inusuales en mí mejor.
En la barra, mi amigo y yo, nos tomamos las dos copas de la entrada, hablamos de sexo, de polvos memorables y de mi blog. A las dos él se fue a casa, yo tenía decidido horas antes que no iba a volverme con él, me dejó allí solo, y yo al principio creía que prefería que se quedara conmigo, pero enseguida me sentí bien sin él y libre. Me quité la camiseta y me mimeticé entre la gente, que a las dos y media ya llenaba ciertas zonas. No resultó lo de esperar a que alguien me entrara, no tenía muchas ganas de meterme en los cuartos oscuros así sin más, pero dadas las circunstancias, era eso o volver a casa sin descargar. El sexo en el Strong no se sucede como en las discotecas y me tenía que cambiar el chip si quería sexo. Como si fuera mi primera vez (y posiblemente lo fuera con tal actitud) entré al cuarto oscuro sin vacilar para que me sacaran la leche que ya me molestaba.
Cuando me bajaron los pantalones y me chuparon la polla se me quitó la vergüenza, además ese día no había nadie especialmente anciano ni especialmente gordo en el Strong y eso es muy relajante. Me dejé chupar por delante y por detrás sin dejar que me manipularan el culo demasiado porque a parte de lo brutos que son algunos con los dedos también era por lo incómodo que es estar palpando a ver si la persona lleva condón, y como yo no quería preocuparme pasé de que me follaran, las mamadas me bastaban, había dos arrodillados que lo hacían de maravilla. Se me puso enorme y hubiera hecho de activo con alguno si se me hubiera puesto alguno a tiro, eso me sorprendió porque no me suele salir ese rol normalmente. Pero esa noche estaba como eufórico, quizás con un cierto rollo dándome vueltas en la cabeza, y quería pensaba en hacer muchas cosas, cuánto más inusuales en mí mejor.
Uno me empezó a chupar el culo, empezó a gemir, creo que le hizo ilusión encontrar a un chico impecable en un cuarto oscuro para poder hacer un beso negro, y como supuse que se iba a levantar de un momento a otro para follarme y no era mi plan, me corrí con esa lengua tan experta en mi culo. Una corrida abundante, de esas que te dejan la sensación de que no vas a necesitar más sexo durante días. Me abroché los pantalones, cogí mis cosas del ropero y me fui. Aun tenía la polla como rellenita pero relajada, me encantaba, un poco más abajo de mi paquete en los pantalones, una gota, y otra más abajo y en la rodilla un chorro de lefa, y más lefa, hasta el tobillo, creo que era la mía...
Salir solo no está tan mal, en Intothetank encontré compañía enseguida y en el Strong aunque no tuve compañía yo solo pude pasármelo muy bien. Creo que poco a poco dejaré de odiar ir yo solo a los sitios, y que eso dará pie a sentirme más libre para hacer lo que quiera. Lo ideal sería tener amigos morbosos no gente que se vuelve a las dos a casa sin haberse quitado ni el jersey.
Leo os desea Felices Fiestas. XD
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