En Madrid hacía un frío de muerte esa tarde, me puse mi ropa interior de esquiar, y me abrigué como nunca. Sobretodo teniendo en cuenta el cambio de temperatura a la salida de mi plan: follar con Leñador y JTô en la sauna Premium.
Leñador me esperaba en Callao con la cara helada.
- Tendrás que hacerme entrar en calor - dijo.
- Qué frase de coqueteo tan fácil... - dije poco impresionado.
Pero por supuesto que pensaba hacerle entrar en calor... y flambearle si era necesario. Nos preguntábamos si dentro estaría JTô, el chico tatuado que conocimos la vez anterior.
Me despojé de todo lo que me abrigaba y nos fuimos a cenar desnudos a la barra donde como cada jueves estaban de quedada los Osos Naturistas. Mientras comíamos se acercó JTô, desde que acordamos volver a vernos tuve bastante claro que iba a vivir mi primer trío desde los 21 años, y aunque me daba mucho morbo por otra parte me ponía muy nervioso, en mis dos tríos anteriores a los 19 y a los 21 como un pardillo que no sabía qué hacer.
¿Cómo se me daría a los 25? Ya que JTô había decidido ir a la sauna, probablemente para concluir lo que empezó dos semanas antes... era el momento de dar respuesta al dilema y estaba dispuesto a vivir un trío entre un joven bear, un esbelto tatuado y un cachorro con bigote (porque me he dejado bigote, que lo sepáis). Además yo con los vídeos de peludos que había en la pantalla gigante estaba bastante cachondín! :P
Nos metimos en el jacuzzi, pero yo estaba súper incómodo, no cabíamos, demasiados osos allí!! Luego nos fuimos a la sauna seca, y allí desnudos empecé a entretener a todos con mis chorradas, es lo que hago cuando me pongo nervioso, no lo puedo evitar.
Era el momento de chupar pollas a pares, así que nos fuimos a una cabina grande, pero siento mucho no poder contar detalles del principio, porque mi sensación fue como dejar de ser consciente, no sé dónde estaba Leñador, ni JTô, ni si yo estaba arriba, abajo o en medio, a JTô le reconocía por el piercing que llevaba en la polla :). Por lo demás, no pensaba, sólo sentía, por momentos me parecía estar yo solo un poco inconsciente, con una polla en mi boca, y alguno me chupaba la mía. El calor de la sauna me había dejado tan relajado que viví aquello con la sensación de estar dormido.
Se abrió la puerta y apareció un intruso que cuando nos pilló se quedó como si hubiera descubierto algo genial, pero no pudo ser, no esa vez... JTô le echó, menos mal.
Ahí fue cuando volví a la realidad, me dio un gatillazo en parte porque JTô me mordió el piercing del pezón y casi muero, pero en realidad se me bajó la erección porque de pronto no sabía cómo actuar, lo que había fluido con tanta naturalidad de repente me parecía difícil... ¿qué quería hacer? me eché para recuperarme un rato, durante dos semanas había tenido curiosidad sobre si Leñador podría follarme por primera vez desde que lo hiciera Ucla en Los Angeles.
Recuerdo que me habían comido el culo ambos, o eso creo... y me habían estado abriendo con los dedos, si era posible meterme algo tan grande como una polla, ese era el momento.
- ¿Me follas? - le dije en el oído a Leñador.
- Lo iba acabar haciendo aunque no me lo pidieras.
Me volví a JTô y le dije al oído:
- Leñador me va a follar...
Hubo un poco de revuelo en busca de un condón, me dio risa, por fin estaba saliendo de ese letargo que aunque muy placentero era un tanto inconsciente y por lo tanto sabía a poco a mí que disfruto de estudiar mi comportamiento (pese a que eso a veces juegue contra mí). Ahora iba a ser yo el verdadero centro de la acción... y mientras Leñador y JTô rebuscaban un condón, suspiré para mí mismo y mi polla se empezó a poner durísima, ahí empecé realmente a ser consciente de que estaba metido en algo genial. Mientras Leñador me estaría follando yo sentiría el piercing de JTô en la garganta... eché de menos tener un fotógrafo oficial que me siga en esas cosas... al menos en mi imaginación todo, la luz, los modelos y la pose parecían muy fotogénicos.
Leñador me empezó a follar y JTô que no es tonto supo cual era su lugar en ese momento y puso la polla al alcance de mi boca, mientras cogíamos todos posición comprobé con la mano que Leñador llevaba el condón puesto (como siempre hago), y de paso noté lo dura que la tenía a punto de meterse en mi culo.
¿Estaba siendo muy zorra? Eso es algo que reflexiono ahora, en aquel momento sólo existía una cosa, mi culo, mi polla, mi boca y las dos pollas que me ensartaban. Y si estaba siendo muy zorra... más gusto!
Me dolió mucho al principio, notaba perfectamente como se apretaba todo lo larga que era la polla de Leñador dentro de mí, pero no era un dolor desgarrador, no como cuando lo hacía Ucla, era más bien mucha intensidad y la sensación de que es cierto que el coito anal va contra natura. Una sensación tan dolorosa como placentera, si me la hubiera sacado en aquel momento me hubiera vuelto loco y hubiera llorado, necesitaba mucho más de esa sensación contra natura, y notar aquella presión... Me gustaba la polla de JTô en la boca, pero no me dejaba respirar y necesitaba quejarme y gemir, JTô desapareció y pude centrarme en la enculación.
Nada que ver aquello con la nula sensación que tuve cuando follé a Esclavito, ser pasivo con Leñador sí que era intenso y todo mi cuerpo sentía cada embestida, en mi culo, en las piernas, en mi espalda sudorosa, en mi mente y en las mejillas que me ardían. Leñador lo hacía lento pero muy fuerte. JTô hizo bien en alejarse, podría haberle destruido con los dientes y las uñas cuando me corrí con Leñador dándome por detrás, quería desmayarme sin más pero dejé que Leñador se corriera follándome, una vez que me corrí ya no sentía lo mismo, ahí empezó a rasparme y no me podía relajar. Por suerte se corrió en menos de un minuto y pude descansar, ahora faltaba JTô y se corrió acariciado por Leñador y por mí.
La sauna se había quedado vacía cuando fuimos a la ducha, éramos los últimos...
Cuando nos fuimos y Leñador me dejó en la esquina de mi casa me puse a pensar y me di cuenta de lo especial que era ese trío, me alegré de que pasaran dos semanas desde aquel primer día en el que no hicimos nada más que charlar en el jacuzzi, algo tan simple como eso, marca la diferencia y no te quedas vacío como otras veces cuando sales de una sauna. Ese día me dormí sonriente y pronto.
Adoro cenar en la quedada osuna de la sauna Premium y llegar a casa antes de las 12 relajado, después de relajarme en en el baño turco y hacer ejercicio... y al día siguiente que sea viernes... NO PUEDE SER MEJOR!!!
¡Quiero volver!