La galleta de la fortuna

Cuando volvía por la mañana de casa de Lobezno, me entró hambre antes de llegar a mi casa y me compré un galleta gigante que me comí sentado en las escaleras del Vip's de Velazquez mientras me daba el sol.

- ¿Esta rica la galleta? - me dice un trajeado que se sienta a mi lado.

Yo le acerqué la galleta a la boca y le dio un mordisco.

Entre unas cosas y otras, el trajeado me invitó a merendar en su casa esa tarde.

- ¿Le saco brillo al arnés y a los juguetes?

Pensaba que lo del traje por el día y el cuero por la noche era un cliché sobre los ejecutivos, me alegra ver que no es sólo una leyenda.

Por la tarde en su casa estuvimos muy cortados los dos en su atico, pequeño pero lujoso con superterraza (espero que siga siendo mi amante en verano, jiji) él seguía llevando el traje y tenía preparado un plato con Chips Ahoy. Hablando y hablando nos comimos todas y por fin le dije "enséñame el arnés". Lo trajo y me lo puso encima de la camiseta, yo nunca me había puesto uno. Desde ese momento todo pasó muy rápido, me desabrochó los vaqueros y me la chupo como 3 minutos, me dio la vuelta me chupó el culo mientras se ponía el condón y enseguida me empezó a follar, todo esto sólo habiendonos bajado los pantalones, el seguía con la chaqueta y yo con la camiseta y el arnés. Se puso lubricante en la mano y me pajeó a la vez que me empujaba. El polvo duró 5 minutos, pero fue genial.

Como véis en la foto, me quedé con el arnés, me dijo que ya se lo devolvería cuando me cansara de él. También sé que tiene consoladores de muchos tamaños, ropa de cuero y muchas correas, para los brazos, para el cuello, para todo!

Ya me habían entrado algún que otro sádico, pero fue cuando yo no era LeMorbo y todo eso me asustaba, jaja.

Así de pronto, lejos del Strong, a plena luz del día, con tu madre en la acera de enfrente y haciendo algo tan inocente como comer una galleta te puede venir un hombre y llevarte a su ático para salvarte de la virginidad que te crecía desde hacía 3 semanas.