Cuando conocí a Ángel en la discoteca me pareció que esa noche yo iba a chupar una polla nueva y fresca y que de paso me la iban a chupar a mí. Pero Ángel no es de esos o quizás pensó que yo no era de esos, así que me dejó en la esquina de mi casa sin intentar darme un beso de buenos noches. Me hice una paja monumental cuando llegué a mi habitación, nada más quitarme la ropa me lubriqué la mano, me puse a fantasear y a esperar poder hacer algo real con Ángel cuanto antes.
Al día siguiente quedé con Lobezno, pero no dudé ni un segundo cuando sonaron las once de la noche para ponerle una excusa y escaparme con Ángel a tomar algo por el centro. No sabía si me iba a aceptar, pero cuando me alejé sólo unos metros de Lobezno saqué el móvil y llamé a Ángel. Sabía que a las once no iba a despertarle, pero sí a sorprenderle. En media hora quedamos cerca de su casa y fuimos a un bar que estaba sólo medio lleno, allí nos pusimos a coquetear, pero no tan naturalmente como el primer día, creo que porque en la discoteca elsexo no era tan inminente y en aquel bar sí, sabíamos que acabaríamos en su casa desnudos y tocándonos cosas que allí en el bar no veíamos bajo la ropa.
Cuando salimos del bar me preguntó qué hacíamos y como no quería ser yo el que dijera ¡a follar! usé mi técnica de sentarme en un coche poner cara de “noquieroseryoelquedigaafollar” y no moverme hasta que el otro lo entienda, lo entendió muy rápido, se acercó y me dio un beso largo en el cuello cogiéndome de la cintura, luego se puso a reírse y confesó que estaba nervioso. Estaba muy sexy con los pantalones cortos, pero eso no se pierde en 20 horas, así que le cité al día siguiente con menos nervios y más ganas, muchas más ganas. Aguantar un poco tiene su gran recompensa, y yo estaba dispuesto a esperar un día sin caer en la tentación ni de pajearme.
En otra época me hubiera peinado, afeitado, y tal y cual, pero la experiencia me dice que mi pelo rizado y alborotado, con un poco de barba y no usar desodorante hace que el sexo tenga un toque más guay y él también iba al natural.
Nos fuimos a merendar y estuvimos hablando de mi fin de curso, de las vacaciones de los estudiantes y de tatuajes y piercings. Los que se están conociendo hablan de esas cosas.
Subimos a su casa y el muy atrevido empezó a jugar enseguida. Dijo que hacía mucho calor y se empezó a quitar la ropa, se quedó en calzoncillos y me preguntó si yo tenía frío (con el calor que hacía), ver al mismo chico que me dejó en la puerta de casa desnudarse tan rápido no me hizo mucha gracia al principio, yo quería algo más… lento. Pero ya que la situación era esa, me puse a su altura en un periquete, nos fuimos a la cama y hablamos allí un rato, hasta que por fin me tocó la pierna, yomiré dentro de sus calzoncillos y le dije que era el tamaño perfecto.
Entonces me quitó los slips y me chupó un poco la polla, pero no se aguantó y me dio la vuelta para lamerme el culo. Es de esos a los que le encanta hacer besos negros, estuvo mucho rato haciéndolo, no lo hacía por prepararme, es que se notaba que le encantaba, se puso un condón y mucho lubricante y me folló muy despacio, mientras se preocupaba de que estuviera excitado mientras. Era muy lento, pero muy cómodo, nada salvaje, pero muy muy placentero, era todo como muy natural, me gustaba mucho.
Me puse yo encima y le dejé que se relajara mientras me movía a mi ritmo, intentando mantener el relax con el que lo hacía él, de repente se corrió… y me dio mucha rabia porque yo quería seguir pero sorpresa… seguía empalmado y no hizo ningún esfuerzo porque me bajara, sólo cogió otro condón, lo preparo, y en 10 segundos se lo puso y seguimos, más despacio… se puso él encima, y 5 minutos después cambió el ritmo y hasta la cara, de relajado, pasó a tener cara de juguetón y mientras movía la cadera contra mí me pajeó con más energía. Era un experto, a pesar de no tener la polla muy larga, no se le salía nunca, yo estaba encantado, me incliné hacía él, le rodeé con la cintura y moví mi cuerpo para ayudarle con el “ejercicio”, además en esa postura le podía besar sin problemas y con el nuevo ritmo y besándonos yo me corrí… pero yo no soy de los que sigue empalmado, de todos modos no me molestaba su polla en el culo, me dio una camiseta para limpiarme y seguimos, me costó mucho volver a empalmarme, pero hasta desempalmado disfruté mucho.
Empecé a notar los efectos de la fricción y el paso del tiempo, y no quería sufrir los males de una follada tan larga, así que di por acabado ese coito tan relajante e hice algo que siempre me dicen que se me da muy bien, le pajeé y él hizo lo mismo conmigo, él se corrió antes que yo, pero siguió pajeándome unos minutos más hasta que yo lo conseguí tambien.
Dos corridas cada uno y queríamos más, yo me sentía como cuando despiertas muy descansado pero estás tan bien en la cama que te volverías a dormir.
Nos fuimos a cenar, y en el MacDonalds nos pasó algo genial. Pero… ya he escrito mucho así que….
CONTINUARÁ…juas juas juas.